De repente así, sin más.

No tienes que esperar a determinada condición, no tienes que aguardar a que que al fin cumplas con todos los requisitos que supones que necesita para brindarte Su ayuda, no tienes que sacrificarte, no tienes que soportar todavía más. El favor de Dios te puede suceder de repente así sin más.

Hace unos momentos recordé un texto que subrayé hace años en Lo mejor de ti, de Joel Osteen:

«Las Escrituras dicen que aquello que vemos con los ojos es solamente temporal. Esto significa que está sujeto a cambios. Lo único que hace falta es un toque del favor divino, Dios puede transformar cualquier situación. De repente, Dios puede hacer prosperar tu negocio. Dios puede darte una idea o un cliente nuevo que haga que tu negocio despegue. Dios puede traer a tu vida a alguien que te ame de verdad. Puede hacer que estés en el lugar justo en el momento indicado. En cualquier situación, Dios puede transformar las cosas, en una fracción de segundo.»

Al terminar de leer este hermoso párrafo, de inmediato quise compartirlo contigo aquí en mi blog y comentar varias ideas para ti. Por alguna razón quise resaltarte eso de “Dios puede… de repente”, y sí, ¡así le encanta actuar a Dios! ¡Me consta!

Primero que nada, quiero que sepas dos cosas:

  1. Dios no necesita de requisitos que tú debas cumplir para merecer Su ayuda
  2. Dios no tiene elegidos

De hecho Dios no necesita absolutamente de nada, de nadie, nunca. Si de alguna manera crees que sí, se trata de una creencia que te enquistaron en tu cerebro ciertos personajes de tu familia o de tu religión a los que les diste más importancia de la que tienen (y más aún cuando te mintieron, ya sabes, manipulación por ahí, por ahí). Y de tu parte, imagínate el arrebato desmedido de tu ego, de enorme magnitud, al creer que Dios mismo necesita de ti, de ciertos requisitos que necesitas cumplir, para colmo suponiendo que se tratan de una colección de sacrificios extraordinarios, para que el Señor se digne a voltearte a ver, luego mande a sus súbditos angelicales a que los valide, luego los ponga en su lista de pendientes y, quizás dependiendo de la velocidad con que hayas cubierto los requisitos, te atienda más rápido. Este tipo de ideas son consecuencia de qué muchas personas, quizás tú entre ellas, han “humanizado” a Dios. Y tu problema es que los conflictos qué has experimentado con la autoridad, las condiciones que tu padre biológico seguramente te ha exigido para darte su apoyo y que quizá te las explicó como un gesto de su amor, empiezas a imaginarlas, con cierta lógica, como las mismas que te pondría Dios, al fin ya tienes experiencia con un padre, sólo que ahora estás imaginando al más elevado de todos. Mi muy querida lectora, mi muy querido lector, no es así, nunca ha sido así y nunca lo será. Por favor: no “humanices” a Dios, ni remotamente, de hecho, es imposible. Sólo lo supones en tu imaginación. Dios sólo está esperando a que de verdad hables con él y le pidas su ayuda. Cuando lo haces de corazón, ¡Él siempre responde! Claro, quizá no responderá como “humanamente” tú lo supones, en los tiempos “del hombre” que tú también imaginas. Responderá dándote su favor en el mejor momento para tu más alta y beneficiosa transformación. Si tú te esperas una ayuda de 10, Él te tiene reservada una de 1,000 o más.

Sé perfectamente bien, hasta por experiencia propia, que cuando uno está pasando plenamente por una gran tragedia, es muy difícil entender la propuesta y el argumento del párrafo anterior. Pero no nos toca entender, nos toca vivir la experiencia de recibir Su favor. Mi propuesta aquí, y más si estás pasando por una experiencia difícil, es que pidas ayuda con todo tu corazón, en privado, y que sueltes el tema para dejarlo en sus manos. Muchas veces, las cosas dejadas a Dios en su totalidad, se resuelven contra toda lógica. Las resuelve Él de repente. Dios puede transformar cualquier situación de repente. Quizá lo único que tú puedes hacer en momentos extremos es tener fe. Ten fe en lo que te estoy diciendo. Sólo hazte más sensible y escucha Sus indicaciones. Por ejemplo, yo aquí mismo, estoy obedeciendo lo que sentí me indicó va a hacer hoy para ti. Libros he leído cientos, subrayado ideas, miles de veces, oportunidad para publicar, demasiadas, pero hoy en especial siento que me dijo que tenía que comentar lo que aquí te estoy diciendo para que precisamente tú lo leyeras en estos momentos que estás pasando en tu vida. Por mera curiosidad humana me encantará que me confirmes que sí estás leyendo algo “muy para ti” aquí. Estaré atento a los comentarios que hagas aquí en mi blog al final de esta entrada.

Dios no tiene elegidos. Imagínate un Dios que dijera así medio rascándose entre su barba: «Hum… tú sí…, tú no, disculpa…, tú… te resuelvo al rato…». ¡¿Qué “dios” haría eso?! ¡En base a qué? ¡Por qué lo tendría que hacer así? Ahora bien, si vuelves a imaginar a Dios como humano, claro que tendrías toda la razón para suponer que podría actuar así. Pero una vez más, el error de muchos: “humanizar” a Dios. Él está presente para todos todo el tiempo. Algo que he aprendido en mi vida es que cuando empezamos a sentir como que Dios nos abandona es porque nosotros lo hemos abandonado a Él, más bien. Nos olvidamos de que está permanentemente en nosotros. Hasta he llegado a pensar que ciertas dificultades por las que pasamos, ciertas condiciones que vivimos, resultan de gran ayuda para recordarlo, regresar a Él, pedirle Su ayuda, y constatar que nunca se ha ido sino de nosotros sino que respeta tanto nuestra libertad, en forma tan absoluta, que no mete mano hasta que nosotros se lo pedimos. ¡Pídele ayuda! Y pon atención a sus recomendaciones. Me parece que le gusta hablar con voz muy quedita o con emociones e intuición que sentirás de repente. Tienes que guardar más silencio para escucharlo mejor. Tienes que meditar y sentir más para detectar las señales que bien te podrá enviar entre sueños o despierto. Son cosas que “se sienten”. Y muchas de ellas, con cierta absurdo para nuestra lógica. Una vez más, no “humanicemos” a Dios.

El otro día, hace un par de meses quizá, me encontraba en un momento muy difícil para comunicar ciertas noticias a determinadas personas cercanas a mí. Yo sabía que iba a ser un momento extremadamente incómodo y, recuerdo perfecto, que cerré mis ojos y le pedí con todo mi corazón ayuda a Dios y que, si no era mucha molestia, me mandara una señal a través de mi papá, que en paz descanse. No pasó ni un minuto cuando de repente en la calle, exactamente del otro lado de la ventana de la sala en donde me encontraba sentado con mi mamá, empezó un trompetista a tocar la canción que más representa a mi papá para los oídos de mi mamá, «Amor eterno”, de Juan Gabriel. ¿¡Qué hacía un una persona tocando la trompeta exactamente en ese instante afuera de la casa, sólo y precisamente esa canción, y en ese momento!? Mi sorpresa fue mayúscula, hasta tomé la mano de mi mamá y la apreté atestiguando cómo se le llenaban sus ojos de lágrimas al recordar por enésima vez a mi papá con esa canción. Luego, pasado un rato, hasta por curiosidad le pedí a uno de mis asistentes que saliera a ver porque ya no se escuchaba nada; éste salió, revisó, y regresó para decirme: “Pues, doctor, ya no hay nadie afuera». La historia acaba en que sentí más fuerza y seguridad y cumplí el cometido.

Historias como esa y más impactantes, se cuentan por millones, pero el problema es que son buenas noticias, y éstas no suelen publicarse tanto como las malas. Lamentablemente, la mayoría de las personas creen más en las malas noticias que en las buenas, comunican más la malas que las buenas, por eso habemos otro grupo de personas que hacemos precisamente lo contrario, comunicamos sólo buenas noticias y las publicamos también. ¿Tú me ayudarías a publicar esta entrada de mi blog en tus redes sociales y en tu correo electrónico? De mi parte, te la pongo fácil, con los botones que hay aquí mismo terminando la publicación. De verdad, necesitamos unirnos más los que trabajamos para expandir lo bueno.

Cuando crees, activas el poder del Padre Celestial. Recuerda, Dios puede transformar cualquier situación de repente, en una fracción de segundo.

Cree.

Recibe un abrazo de mi parte y bendiciones.

¡Emoción por existir!

–Alejandro Ariza Z.

7 comentarios sobre “De repente así, sin más.

  1. De acuerdo , Alejandro. Buen tip. Dios es omnipotente, pero nos es muy difícil creerlo. Todo es cuestión de creer, es decir, de fe… y de las acciones correspondientes de nuestra parte.

    Algo insignificante. En alguna parte de tu escrito dices «¿en base a qué?, conforme a o lo que me enseñaron debe ser: ¿con base en qué?

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  2. Qué hermoso y significativo mensaje! Me encanta su manera de redactar porque casi puedo escuchar su voz diciendo cada palabra. Y como siempre, el momento en que me llega esta lectura, precisamente unos días antes de Navidad, es mágico. Celebremos al Cumpleañero, Jesucristo. Muy feliz Navidad, querido Dr. Ariza!

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  3. HOLA DOC
    ***SON LAS 6 AM DE LA MAÑANA .. .Y decidi revizar el correo y pum …. su blog de hace tres dias …La respuesta de lo que mi ser pedia sin saber que el amor infinito El creador que habla bajito, me hablo fuerte con sus lineas en palabras justas de su redaccion.
    Justo lo que yo necesita. El siempre esta uno es el que se aleja o bien no pone atencion alas señales, esta vez su blog solo puedo decir mas que gracias, gracias, gracias; por estas lineas, porque tenemos un couch que no es humano y el siempre da las respuestas atravez de seres y personas como usted reciba mis saludos fraternales y
    pase feliz navidad y prospero año nuevo.

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  4. Hola Alex un gusto saludarte y tienes toda la razón leí lo publicado en tu blog en el momento en que necesitaba escuchar esas palabras de.aliento y apoyo, los tiempo de Dios son perfectos. Gracias te envío un abrazo y te deseo una muy Feliz Navidad!!!

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